El continente más grande es
también el más poblado, por decirlo así. Numerosas ciudades concentran la misma
cantidad de habitantes que países europeos de tamaño mediano. Con estas
magnitudes, no es extraño que muchos hitos, como este, tengan lugar allí.
Quizá pienses que, “después
de haber visto tanto”, poco puede sorprenderte; sobre todo en el sector de la
construcción, en el que ¿qué más pueden inventarse que resulte una verdadera
novedad?
Por toda respuesta sirvan de
ejemplo los dos primeros rascacielos horizontales del mundo. Uno de ellos fue
inaugurado hace 10 años, en 2010, mientras que el otro lo ha sido hace apenas
unos meses; motivo por el que ahora es noticia y por el cual estamos hablando
de ello.
¿Dónde están exactamente?
El primero está ubicado en Singapur,
se llama Marina Bay Sands e incluye hoteles, restaurantes de lujo, centros de
exposiciones, teatros, un museo, un centro comercial y un casino emblemático y
gigantesco. Vamos, espacios y atracciones de sobra para cualquier turista que
quiera conocer una obra original y pionera como esta.
El segundo se localiza en el centro de Chonqing, una ciudad del suroeste chino. También pertenece a un complejo arquitectónico mayor, de varios edificios, Raffles City Chongqing. Allí podemos encontrar una gran variedad de ambientes: hoteles, oficinas, apartamentos, centros comerciales y otros espacios de entretenimiento.
¿Qué tienen en común y en qué los diferencia?
Además de ser los primeros
rascacielos en horizontal en la historia, estos dos edificios guardan una
similitud importante. Han sido diseñados por el mismo equipo de arquitectos:
Safdie Architects, que lidera el prestigioso Moshe Safdie.
Ambos están sostenidos sobre otras torres. En el caso de Marina Bay Sands, son tres los edificios que hacen de pilares de la estructura en horizontal, cuya longitud total es de 340 metros. Se trata de una gigantesca terraza abierta con diferentes zonas recreativas y una parte de casi 70 metros en voladizo, la mayor del mundo.
Desde allí arriba, las vistas son espectaculares; basta ver las imágenes para apreciar la perspectiva de la ciudad a más de 200 metros del suelo, con el mar abajo.
Su acceso es libre, por lo que puedes visitarla pagando 27 dólares (25 euros). Para bañarte en la “Piscina Infinita”, eso sí, debes ser cliente del lujoso hotel, aunque los precios no son especialmente baratos dadas las inmensas magnitudes de las habitaciones.
En el caso de China, el
rascacielos horizontal tiene nombre propio para distinguirse del resto de la
estructura: The Crystal. No es un espacio abierto que culmine el complejo en la
parte de arriba, sino un pasadizo de 300 metros de largo que conecta cuatro
torres.
También está servido con bares, restaurantes, una increíble piscina y miradores, a los que puedes acceder pagando 23 euros, que incluyen, además, una presentación de su historia.
Está a 250 metros de la
superficie. Si miras abajo puedes observar una parte del larguísimo río Yangtsé
–el más largo de todo el continente–; precisamente, su ubicación al borde de la
ciudad le confiere más impacto visual. Por arriba, otros edificios del mismo
complejo suben unas decenas de metros más.
Pero ¿Cómo es posible que se sostenga tal armatoste de acero? Cuesta creer que una plataforma como esta, tan grande y pesada, logre aguantar. En su construcción han tardado nada menos que seis años, de 2013 a 2019. Emplearon un presupuesto colosal de 480 millones de euros.
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